jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 6

Tuvo suerte de que al llegar el no estuviese o estuviese dormido. Ni siquiera lo comprobó, fue a la habitación de Marcos, que dormía de lado abrazado a su almohada con su pijama azul celeste. Ana le arropo y se inclinó, provocándose al hacerlo un gran dolor en su vientre, y le beso en la frente como le había prometido por la tarde, no le gustaba fallar a su hermano aunque estuviese dormido y no se fuese a enterar su sentido de que no hubiese cumplido su promesa. Ya en su habitación se desnudó con mucho esfuerzo ya que apenas podía mover su mano izquierda tirando la ropa al suelo .Se metió en la cama justo en el momento en que la noche empezaba a dejar paso al día iluminando cada vez más la habitación, pese a que la claridad empezaba a hacerse presente en la habitación se durmió profundamente nada más cerrar los ojos, el cansancio del día tan largo que había tenido y sobretodo las cuatro horas pasadas en el banco del parque llorando desconsolada, hicieron que el sueño la atrapara muy rápidamente.
Paso el sábado casi exclusivamente en la cama. Se despertó sobre las dos de la tarde, en el salón Marcos veía en la tele unos dibujos, al verle ahí Ana comprendió que su padre no estaba, ya que Marcos no salía de su habitación con él en casa, se sintió aliviada el dolor que sentía de la noche anterior disminuyo. Preparo la comida, mientras lo hacía iba moviendo poco a poco su mano y comprobaba que recuperaba la movilidad aunque costosa y dolorosamente, arroz a la cubana la comida preferida de su hermano. Marcos se puso contento y devoró con muchas ganas el plato, mientras Ana apenas probó el suyo, no tenía apetito. Le llevo a su madre una bandeja con un plato de lo que había preparado, María dormía, le retiró la bandeja del día anterior en la que prácticamente, filete de merluza estaba intacto, se sintió muy preocupada al verlo su madre estaba muy débil necesitaba comer y apenas lo hacía su piel casi tocaba con sus huesos, se encontraba extremadamente delgada lo que podría empeorar su ya delicada situación médica. Le coloco la bandeja que le acaba de preparar y le beso la mejilla.
Paso el resto del día tumbada en la cama escuchando música e ignorando las llamas de Inés, que como muchos otros sábados la llamaba para intentar convencerla para que saliera por la noche a una de esas fiestas universitarias a las que Inés solía acudir cada fin de semana , cosa que ella siempre rechazaba no le gustaba relacionarse y mucho menos bailar. Mientras Marcos a su lado en la alfombra pintaba unos dibujos, no queriendo separarse de su hermana.
Después de cenar y acostar a Marcos, su preparo una copa de wiskhy con hielo  sobretodo para poder sobrellevar la tensión y el miedo que empezaba a sentir a partir de que callera la noche, por la forma en que pudiera llegar su padre y que podía hacerla.  Unas cuantas copas después y ya a esas horas cuando ya casi era para ella una certeza que su padre no iba a regresar esta noche a casa se sintió mucho más tranquila .Sonó su teléfono móvil, era Inés otra vez, con la sensación de seguridad y soltura que da el alcohol decidió cogérselo algo que no había hecho en todo el día

Ana, hola, por fin me coges el teléfono, llevo todo el día intentando ponerme en contacto contigo, ¿Dónde estabas? ¿Por qué no me contestabas?-. Preguntó Inés , se escuchaban muchos ruidos de fondo y una leve música.
En casa, no lo habré escuchado perdona, ¿tu que tal estas?-.Contestó Ana en un tono más cordial y cercano de lo habitual lo que sorprendió a  Inés.
Mentirosa Yo en casa de unos amigos tomando unas copas , y luego iremos a algún pub. Te hubiese intentado invitar si me hubieses cogido el teléfono pero seguro que me hubieses rechazado como siempre-. Hizo una pausa como si alguien en el otro lado la interrumpiese-. Mañana voy a llevar a mí sobrina  a mí casa de la playa a pasar el día que ya empieza el calor , y he pensado que podríais veniros Marcos y tú, así juegan juntos que tienen prácticamente la misma edad  y puedo conocerlo que me has hablado mucho de él , pero todavía no lo conozco ¿Qué te parece?.

Ana al principio se negó .Le había contado que tenía un hermano que le adoraba y que se encargaba ella de cuidarle, pero no que su hermano pese a su edad ocho años no hablaba todavía.
La insistencia de Inés y las copas que se había tomado hicieron que durante la siguiente medía hora Ana le contará el problema de su hermano, eso sí evitando cualquier referencia que le hiciese tener que contarle lo que sucedía en su casa ni que eso fuera la causa más probable de que Marcos no hablara.
Ana ¿Por qué no me has contado esto antes? -. Dijo Inés un poco enfadada-. Bueno aunque conociéndote tengo que alegrarme de que me lo hayas contado. Mañana os venís que seguro que le viene bien y mi sobrina es un amor.
Bueno vale- . Al final Ana aceptó en esos momentos le apetecía mucho pasar el día con Inés y que su hermano disfrutase de la playa.
Mañana a las 11 te recojo. Mañana nos vemos te dejo ya que me mis amigos ya dicen que pare ya de hablar por teléfono que me tienes enganchada. Un beso-. Dijo Inés.
Tras hablar con Inés, Ana se sintió muy extraña una sensación de alivio interior y de satisfacción la recorrió, había conseguido abrirse aunque fuera un poco a otra persona para una persona tan cerrada como ella era un logro y así lo sentía. Por otro lado también sentía vulnerable al haber desnudado una parte de su vida.
Se tomó dos copas más mientras se imaginaba cambios en su vida, que su madre mejorará , que su padre, el que ella sabía que estaba ahí dentro volviese y el monstruo se fuera, que su hermano empezase a hablar y fue un niño más. Así acaba siempre que bebía mucho fantaseando sobre una vida mejor. A las cuatro de la madrugada ya bastante ebria se metió en la cama, y se quedó dormida mientras seguía su viaje a otros universos , otras vidas donde su existencia y la de toda su familia fuese buena.

viernes, 18 de marzo de 2011

El laberinto de Ana Cap5

Eran las 2 de la madrugada, el BMW X3 blanco de Inés se detuvo delante de los bloques donde vivía Ana.
Bueno ya estás en casa sana y salva, ¿ves como no ha sido tan malo? -. Dijo Inés mientras miraba a Ana , que sentada en el asiento del copiloto, sacaba las llaves del bolso-. Deberías dejarme más estar contigo y no ser tan cerrada, no se que pasa por esa cabecita tuya o que sucede en tu vida , pero yo solo quiero ayudarte, me importas mucho Ana-.lo decía un poco avergonzada, no por expresar sus sentimientos algo en lo que ella nunca había sido tímida, sino más bien por a quien se lo hacía no quería asustarla-. Cuéntame lo que te pasa, anda sabes que yo no te hare daño.
Muchas gracias por la copa Inés-. Dijo Ana mientras habría la puerta del coche y salía -. Lo pensaré-. Mientras cerraba la puerta.
El coche de Inés se alejaba, y Ana se puso a caminar en dirección a su casa, sintiendo el frio en los brazos y en las piernas. Era un mayo bastante caluroso en Alicante, pero ese día un suave viento frio recorría la madrugada. Mientras caminaba pensaba en las ultimas palabra que le había dicho a Inés, que lo pensaría, no sabia porque lo había dicho , ya que ella no quería que se acercase nadie a ella. Tal vez su inconsciente le jugara una mala pasada , se sentía muy cómoda y segura estando con Inés, muchas veces mientras estaba con ella deseaba contarla todo, y al menos que alguien supiese lo que tenía dentro. Pero la idea se iba de su cabeza en cuanto se separaba de ella, por eso pocas veces aceptaba sus propuesta de ir a tomar una copa o simplemente a pasear por si en algún momento debilidad se lo contase todo. Pero había dicho que lo pensaría y eso iba a hacer aunque dudaba que fuesen a aceptar.
Mientras subía las escaleras de su casa, los tres pisos se le hacían interminables, se sentía muy cansada. Había sido un día muy largo, además se tomó dos copas de ron con Inés una vez cerrado el Miss lo que aumentaba la sensación de cansancio le dolían tremendamente los pies, solo pensaba en meterse en la cama y descansar.
Mientras metía la llave la puerta se abrió ,casi se cae por la violencia con que fue abierta. Ahí estaba su padre delante de ella, con los odio en la mirada ,observándola, vestido con una simple camiseta interior y un pantalón vaquero , su metro 80 de estatura , sus marcadas facciones y sus ojos negros y llenos de odio se posaban sobre Ana de manera amenazante. Sin darla tiempo a reaccionar la callo el primer golpe una fuerte bofetada que la tiro al suelo con mucha violencia, las llaves que estaban en su mano salieron disparadas y fueron a caerse por el hueco de la escalera al caer resonaron en la cabeza de Ana mientras su boca le sabia sangre y un leve hilo de sangre salía de su boca le había partido labio.
Puta ¿de donde vienes a estas horas?-.dijo Antonio con un tono de voz roto, mientras se agachaba y agarraba fuertemente del pelo a su hija-. No me gusta que mi hijita este hasta tan tarde por ahi,.-. Su aliento olia a alcohol y a tabaco -. ¿O es que mi niña tiene un novio y se olvida de papi?-, su mano se poso sobre las rodillas de Ana e iban subiendo hacia sus muslos.
Ana intentaba apartar, tiímidamente y sin ninguna convicción,las manos de su padre que la tocaban peligrosamente los muslos hacia sus zonas intimas, un no ahogado salio de su voz, mientras su padre mas violentamente cada vez intentaba tocarla . Como enfadado por que su hija intentara defenderse aunque fuera de esa manera tan liviana , se levanto y se quedo de pie frente a ella , que permanecia en el suelo con la mirada fija en el suelo petrificada por el miedo.
Sin mediar palabra le propino una dura patada en el estomago que hizo retorcerse de dolor a Ana.
¡Zorra,¡-.Dijo con una voz fuera de si, tan alejada de aquella voz cálida y dulce que contaba cuentos a Ana y la hacia dormir profundamente.
Piso la mano de Ana y apretó tanto que ella pensaba que se le estaban rompiendo los huesos que hizo que gritara de dolor. Al levantar el pie , Ana pensó que no volveria a poder moverla nunca mas , le dolia tantisimo que sentia que estaba apunto de desmayarse, pero aun tuvo que aguantar otra fuerte patada en su pecho, antes de que su padre pegara un portazo y la dejase ahi, inmovil en el suelo, con el cuerpo dolorido por las patadas, con sangre de su labio partido y con su mano izquierda que apenas sentía.
Se levanto como pudo agarrandose de la barandilla de la escalera con su mano derecha, mientras con la izquierda la que habia sufrido el pisotón la coloco sobre su estomago. Empezó a descender por la escalera, no podía volver a su casa con su padre en ese estado la golpearía mas, tampoco quería necesitaba aire . Bajaba los escalones uno a uno , con paso lento, los minutos que tardo en salir a la calle le parecieron eternos.
Una vez en el exterior con el mismo paso lento que había bajado las escaleras, camino hasta el parque Lo Morant a unos 50 metros de su casa. En el parque el frio se hacia mas intenso pero ella apenas lo sentía solo sentía dolor, todo estaba oscuro apenas unas cuantas farolas alumbraban la penumbra. Se sentó en un banco con las piernas encima , acurrucada metio la cabeza entre ellas, y rompío a llorar.

lunes, 7 de marzo de 2011

El laberinto de Ana capitulo 4

A pesar de ser viernes era una día tranquilo en “Miss pin up´s”, dos pequeños grupos de 3 u 4 personas se encontraban en las mesas y dos personas más en la barra. No era un lugar de copas habitual, mucho más tranquilo sin música atronadora  de grandes éxitos comerciales, ni luces de colores por todas partes. Por su hilo musical sonaban desde The Beatles, pasando por Bob Dylan , The Doors , Kiss, …hasta llegar a algunos grupos actuales, aunque según Inés que era ella misma la que se encargaba de decirlo “poca música actual merece la pena”, el volumen permitía mantener a la gente que allí se reunía mantener  la conversación sin tener que gritar o forzar la voz, convirtiéndose la música en un gran complemento para los encuentro que  tenían lugar entre sus paredes.
No era un local demasiado grande, de 100 metros cuadrados, con una luz tenue que le daba un ambiente íntimo, las paredes pintadas en un azul oscuro con cuadros de pop art, ilustraciones y fotos de pin ups de los 50 y fotos de las estrellas de la época dorada de Hollywood como Bogart, Marilyn, Hepburn, Berman o Greta Garbo.
Ana se encontraba detrás de la barra, ya había servido a los pocos clientes que se encontraban en el local, y disfrutaba escuchando los acordes de “about my girl” de Nirvana, desde que trabaja en el “Miss pin up´s” se había apasionado por la música, deseaba saber tocar y poder expresar a través de la música lo que ella sentía, cosa que con palabras no sabía y tampoco quería expresar.
Llevaba 6 meses trabajando en el Miss. Inés pocas cosas sabía de la vida Ana, tan hermética y poco dada a hablar de su vida temas que siempre evitaba, pero se dio cuenta de que necesitaba dinero. El local era propiedad de sus padres, uno de los muchos que tenían. Inés se encargaba de llevarlo no necesitaba a nadie más , ella se encargaba de trabajar por las tardes, por la mañana una prima suya se encargaba del Miss, pero quería ayudar a Ana y le ofreció llevarlo por las tardes con ella, hubiese preferido dárselo directamente ya que el dinero para ella no era nada y además tenía de sobra y que Ana no tuviese que trabajar y pudiera dedicarse a su hermano, una de las pocas cosas de su vida que sabía de su vida, pero Ana era muy orgullosa y no lo iba a aceptar, si ya le costó mucho que aceptara el trabajo eso de ninguna manera lo hubiese admitido. Pese a las veces que Inés le dijo que fuera cuando pudiese que no tenía obligación de llevar una jornada a rajatabla, Ana casi nunca faltaba estaba ahí cada día, además siempre muy aplicada en todo lo que hacía y una excelente trabajado, Inés se sorprendía de que una chica que aparentaba o ella intuía muchas veces estar muy mal anímicamente podía concentrarse tanto y fuese tan sería para con su trabajo.
Mientras Ana permanecía sumergida en la música, Inés entró por la puerta, iba vestida con unos leggins negros,  un top azul y sobre eso una chaqueta de cuero negra con dos franjas blancas en los brazos, maquillada en tonos azules los ojos. Miró a Ana, parecía animada como si el trabajo le ayudase a despejarse, al verla así sonriendo se sintió bien, le encantaba verla contenta aunque era pocas veces las que la veía así, merecía la pena todos los esfuerzos que hacía para con ella.  Se acercó a ella se dieron dos besos:
¿Qué tal Ana cómo ha ido la tarde? ¿Me has echado de menos?-.Dijo Inés mientras se quitaba la chaqueta.
Bien, muy tranquilo todo hoy, ¡mucho estaba a punto de llorar por ti!-. Le contestó Ana.
¡Tú siempre tan cariñosa conmigo, que poco me quieres!-.  Se rieron las dos-. Vete a casa ya anda, que ya cierro yo, que estarás cansada -.
No Inés, gracias, pero me quedo, te ayudo y cerramos las dos-. Inés miro a Ana mientras decía eso, sabía que no la iba a convencer de lo contrario.
Bueno pero con una condición luego nos tomamos una copa y me dejas que te lleve a casa, y no me digas que no que te hecho de aquí a patadas-. Contestó Inés.
Bueno vale hay trato-. No le gustaba mucho la idea pero acepto. En el fondo le gustaba estar con Inés, pero se sentía extraña teniendo confianza con alguien y sintiéndose segura, pero no quería acercarse demasiado, tenía miedo. Pensaba que todo el mundo a quien mostrara como era la iba a hacer daño, si la persona que más había querido en el mundo su padre por el que sentía adoración , se convirtió en ese ser que la hacía tanto daño, que no podían hacerle otra personas.  Además le tocaría estar esquivando las preguntas de Inés para mantenerla alejada de su vida, no quería que supiera nada de lo mucho que estaba pasando, no le gustaba dar pena ni que sintieran compasión por ella. Pero aceptó así se despejaría un poco.
Por fin aceptas tomarte una copa conmigo Ana, menos mal ya empezaba a pensar que te caía mal-. Mientras hablaba un grupo de 5 personas entraba en el Miss
Sabes que te odio -. Contestó Ana con ironía Ana, lo que hizo sonreír a Inés-. Y venga vamos a trabajar.- Inés asintió contenta.