Tuvo suerte de que al llegar el no estuviese o estuviese dormido. Ni siquiera lo comprobó, fue a la habitación de Marcos, que dormía de lado abrazado a su almohada con su pijama azul celeste. Ana le arropo y se inclinó, provocándose al hacerlo un gran dolor en su vientre, y le beso en la frente como le había prometido por la tarde, no le gustaba fallar a su hermano aunque estuviese dormido y no se fuese a enterar su sentido de que no hubiese cumplido su promesa. Ya en su habitación se desnudó con mucho esfuerzo ya que apenas podía mover su mano izquierda tirando la ropa al suelo .Se metió en la cama justo en el momento en que la noche empezaba a dejar paso al día iluminando cada vez más la habitación, pese a que la claridad empezaba a hacerse presente en la habitación se durmió profundamente nada más cerrar los ojos, el cansancio del día tan largo que había tenido y sobretodo las cuatro horas pasadas en el banco del parque llorando desconsolada, hicieron que el sueño la atrapara muy rápidamente.
Paso el sábado casi exclusivamente en la cama. Se despertó sobre las dos de la tarde, en el salón Marcos veía en la tele unos dibujos, al verle ahí Ana comprendió que su padre no estaba, ya que Marcos no salía de su habitación con él en casa, se sintió aliviada el dolor que sentía de la noche anterior disminuyo. Preparo la comida, mientras lo hacía iba moviendo poco a poco su mano y comprobaba que recuperaba la movilidad aunque costosa y dolorosamente, arroz a la cubana la comida preferida de su hermano. Marcos se puso contento y devoró con muchas ganas el plato, mientras Ana apenas probó el suyo, no tenía apetito. Le llevo a su madre una bandeja con un plato de lo que había preparado, María dormía, le retiró la bandeja del día anterior en la que prácticamente, filete de merluza estaba intacto, se sintió muy preocupada al verlo su madre estaba muy débil necesitaba comer y apenas lo hacía su piel casi tocaba con sus huesos, se encontraba extremadamente delgada lo que podría empeorar su ya delicada situación médica. Le coloco la bandeja que le acaba de preparar y le beso la mejilla.
Paso el resto del día tumbada en la cama escuchando música e ignorando las llamas de Inés, que como muchos otros sábados la llamaba para intentar convencerla para que saliera por la noche a una de esas fiestas universitarias a las que Inés solía acudir cada fin de semana , cosa que ella siempre rechazaba no le gustaba relacionarse y mucho menos bailar. Mientras Marcos a su lado en la alfombra pintaba unos dibujos, no queriendo separarse de su hermana.
Después de cenar y acostar a Marcos, su preparo una copa de wiskhy con hielo sobretodo para poder sobrellevar la tensión y el miedo que empezaba a sentir a partir de que callera la noche, por la forma en que pudiera llegar su padre y que podía hacerla. Unas cuantas copas después y ya a esas horas cuando ya casi era para ella una certeza que su padre no iba a regresar esta noche a casa se sintió mucho más tranquila .Sonó su teléfono móvil, era Inés otra vez, con la sensación de seguridad y soltura que da el alcohol decidió cogérselo algo que no había hecho en todo el día
Ana, hola, por fin me coges el teléfono, llevo todo el día intentando ponerme en contacto contigo, ¿Dónde estabas? ¿Por qué no me contestabas?-. Preguntó Inés , se escuchaban muchos ruidos de fondo y una leve música.
En casa, no lo habré escuchado perdona, ¿tu que tal estas?-.Contestó Ana en un tono más cordial y cercano de lo habitual lo que sorprendió a Inés.
Mentirosa Yo en casa de unos amigos tomando unas copas , y luego iremos a algún pub. Te hubiese intentado invitar si me hubieses cogido el teléfono pero seguro que me hubieses rechazado como siempre-. Hizo una pausa como si alguien en el otro lado la interrumpiese-. Mañana voy a llevar a mí sobrina a mí casa de la playa a pasar el día que ya empieza el calor , y he pensado que podríais veniros Marcos y tú, así juegan juntos que tienen prácticamente la misma edad y puedo conocerlo que me has hablado mucho de él , pero todavía no lo conozco ¿Qué te parece?.
Ana al principio se negó .Le había contado que tenía un hermano que le adoraba y que se encargaba ella de cuidarle, pero no que su hermano pese a su edad ocho años no hablaba todavía.
La insistencia de Inés y las copas que se había tomado hicieron que durante la siguiente medía hora Ana le contará el problema de su hermano, eso sí evitando cualquier referencia que le hiciese tener que contarle lo que sucedía en su casa ni que eso fuera la causa más probable de que Marcos no hablara.
Ana ¿Por qué no me has contado esto antes? -. Dijo Inés un poco enfadada-. Bueno aunque conociéndote tengo que alegrarme de que me lo hayas contado. Mañana os venís que seguro que le viene bien y mi sobrina es un amor.
Bueno vale- . Al final Ana aceptó en esos momentos le apetecía mucho pasar el día con Inés y que su hermano disfrutase de la playa.
Mañana a las 11 te recojo. Mañana nos vemos te dejo ya que me mis amigos ya dicen que pare ya de hablar por teléfono que me tienes enganchada. Un beso-. Dijo Inés.
Tras hablar con Inés, Ana se sintió muy extraña una sensación de alivio interior y de satisfacción la recorrió, había conseguido abrirse aunque fuera un poco a otra persona para una persona tan cerrada como ella era un logro y así lo sentía. Por otro lado también sentía vulnerable al haber desnudado una parte de su vida.
Se tomó dos copas más mientras se imaginaba cambios en su vida, que su madre mejorará , que su padre, el que ella sabía que estaba ahí dentro volviese y el monstruo se fuera, que su hermano empezase a hablar y fue un niño más. Así acaba siempre que bebía mucho fantaseando sobre una vida mejor. A las cuatro de la madrugada ya bastante ebria se metió en la cama, y se quedó dormida mientras seguía su viaje a otros universos , otras vidas donde su existencia y la de toda su familia fuese buena.