Los ojos de Marcos miraban nerviosos hacia todos lados buscando a Ana. Acaba de salir de la escuela, se encontraba de pie sin moverse mientras a su alrededor un trajinar de niños que salían felices hacia sus casas sabiendo que siendo viernes tenían un fin de semana por delante, padres que entraban hacia el colegio en busca de sus rezagados hijos que por alguna razón no estaban fuera. Se preguntaba si su hermana se habría olvidado de él y en lo triste que supondría hacer el camino a casa solo. De pronto la vio allí entre la gente y se le iluminó la cara y corrió hacia ella y se abrazó a sus piernas.
Perdón mi pequeño casi llego tarde , pero te prometí que vendría y ya sabes que tu hermana nunca te miente-. Dijo Ana mientras acariciaba el pelo de Marcos-. ¿Cómo te has portado hoy? Venga vamos a casa.
Se agarraron de la mano y así fueron paseando hacia casa, Marcos rebosaba felicidad mientras estaba con su hermana paseando, como si estar fuera de casa y con ella se transformará en el niño que las circunstancias no le estaban dejando ser . Como si estando solo con su hermana fuera el espejismo de una vida que podría ser muy feliz si solo estuviesen ella y él , sin ese medio tan hostil en el que les había tocado vivir. No tenían a nadie salvo a su madre , pero para Marcos esta estaba tan ausente apenas la recordaba estando bien la quería mucho pero su único referente en la vida era Ana.
No tenían familia o al menos con la que tuviera contacto , la familia de su madre Maria vivían en Lugo a muchos kilómetros y medio país de distancia de ellos, no tenían prácticamente relación . María dejó todo al conocer a Antonio y se traslado de su Lugo natal a Alicante para estar con él, al principio las visitas de su familia era habituales , poco a poco fueron menos contantes hasta llegar al punto que durante la enfermedad de María apenas unas llamadas fueron los únicos signos de preocupación que mostraron. No es que fueran gente mala y que no al quisieran pero el tiempo y la distancia hacen mella en el amor y el cariño, y tampoco ayudaba la poca ayuda que pedía y lo poco que le gustaba dar lastima a María , algo que Ana había heredado además con un carácter aún mas pronunciado. Antonio procedía de una familia pobre y desestructurada , cuando se hizó policía y empezó a vivir con María se alejo de esos ambientes no quería que ella y la nueva familia que pensaba formar con ella conocieran esos ambientes y que sus futuros hijos crecieran alejados de eso, los quería proteger. Así era su vida , se tenían el uno al otro , al menos para Marcos si no fuese por la presencia que le atormentaba de su padre, seria suficiente para ser feliz.
Llegaron a su casa, unos bloques de pisos blancos situados entre la avenida de Novelda y el parque Lo Morant. Eran unos pisos no muy antiguos de 4 bloques con 12 pisos cada uno y 6 viviendas por piso, vivía gente muy humilde , una zona de esas a la que la gente acomodada no le gusta pasar y los consideran lugares peligrosos. Aunque a decir verdad , nunca ellos habían tenido problemas en ellos, salvo una vez que atacaron a Ana entrando en la portería y le quitaron el poco dinero que llevaba encima. Para Ana el cambio fue brusco de vivir en el centro de Alicante en la avenida de Alfonso el sabio , muy cerca del Mercado Central, a vivir en esa zona , y mas cuando en la época en que su padre se vio obligado a vender el piso y trasladarse a donde vivian ahora fruto de que con la pensión por invalidez fruto del disparo en la pierna no alcanzaba para vivir en esa zona tan céntrica , contaba con 12 años. De un día para otro se vio cambiada de colegio , alejada de sus amigas con las que había crecido y teniendo que irse a vivir a una zona que no le gustaba. Pero no lloró , ni hubo queja por su parte, fue la primera vez que en vez de todo eso, calló ,no mostro ninguna emoción y se guardó todo dentro , como a partir de ese momento haría con todo, guardárselo dentro y no mostrar emoción por fuera.
Al llegar a casa entraron a ver a su madre. María dormía con su pelo rubio sobre la almohada y respiraba dificultosamente , Ana la dio un beso en la frente, Marcos la imito y la beso en la mejilla. Ana miraba a su madre pensando en cuanto la echaba de menos, cuanto la necesitaba y las veces que había deseado que un día se despertará y volviera a ser la mujer enérgica y llena de vitalidad que era antes de que la enfermedad la atrapará . Seguro que ella acabaría con ese infierno de vida que llevaba.
Ana se cambió de ropa para ir a trabajar, se puso una falda negra y unas medias, era abrir y aunque ya hacia buen tiempo , por la noche al regresar haría frio como para ir sin ellas, lo acompaño con un top negro con un discreto escote y se pinto los labios de un rojo muy tenue y los ojos de negro. No le gustaba pintarse pero sabia que para el trabajo debía estarlo .
Fue a despedirse de Marcos antes de salir este le miraba con cara triste y apunto del llanto.
Tengo que irme pequeño mío , pero no te preocupes volveré para darte un beso mientras estas dormido -. Le decía esto mientras estaba agachada mirándole a los ojos, Marcos miró a la puerta, aunque no hablará Ana sabia casi siempre lo que quería decir-No te preocupes no llegará hasta tarde ya lo sabes, tu cena , vete a dormir y no salgas de tu habitación hasta que llegue yo .Te prometo que no te pasara nada y sabes que si tu hermana te promete algo se cumplirá ¿vale?-
Marcos se quedó ya tranquilo , confiaba en su hermana y en las promesas que le hacía las creía sin dudarlo. Ana le beso en la frente y salió por la puerta y un poco culpable por tener que dejar a su hermano solo, pero necesitaba el dinero para poder mantenerle y intentar que tuviera un futuro mejor del que ahora tenían.